domingo, 5 de febrero de 2012

Melancolía

Porque el amor llegará, o no;
el trabajo llegará, o no;
la familia te apoyará, o no,
los amigos comprenderán, o no. 
Y entre la desolación y la desesperanza, 
el gélido viento del invierno sobre el rostro, nos recuerda:
que estamos vivos;                     
alerta; preparados; 
abiertos a lo que pueda venir; 
deseosos; esperanzados... 
que el dolor, como el amor, no es eterno;
que la vida pasa y nosotros con ella, 
y que todo al fin, es espera, 
deseo; angustia; necesidad; aliento...