Este verano Madrid, está que arde y no solo por las altas temperaturas, que también, sino por el arte que se enseñorea de los museos y salas de exposición que pueblan la capital del Reino.
El museo Thyssen, ofrece una magnífica muestra del Estadounidense Hopper, con obras procedentes de grandes museos como el Moma y el Metropólitan por ejemplo, obras de coleccionistas privados y 14 obras cedidas por la esposa del pintor, que nos permite disfrutar de cuadros que se han expuesto en Europa en contadas ocasiones. Tras su visita a Madrid, Hopper se desplazará a París.
La Fundación Mapfre por su parte -que tan acostumbrados a lo bueno nos tiene- nos muestra en esta ocasión, la pintura del expresionista alemán, Kirchner, atormentado pintor de cuerpos y rostros angulosos y colores brillantes, considerado uno de los artistas europeos más importantes del siglo XX. Un monográfico que incluye óleos, acuarelas, grabados, esculturas y fotografías, que bien valen el sofocante calor de Madrid.
En el Prado, tenemos a Rafael y Murillo, y en Caixafórum, las
inquietantes visiones de William Blake y las tétricas cárceles del
arquitecto, grabador y diseñador del siglo XVIII, Piranesi. Todas
grandes exposiciones que cualquier aficionado al arte debe aprovechar.
Para disfrutar de ellas sólo necesitará: abundante agua, calzado cómodo y
en algún caso, un poco de paciencia.