Poema dramático basado en la leyenda sobre la caída de la monarquía en Roma.
Se trata de la segunda obra de Shakespeare, escrita mucho antes que sus tragedias más conocidas y que no por más temprana posee menos calidad.
Con una sobria puesta en escena en la que la iluminación y el sonido actúan como elementos enriquecedores de la obra, Nuria Spert, gran actriz y directora de escena, nos ofrece un sobrecogedor monólogo en el que interpreta a tres personajes y un narrador, e interactúa con los focos, dándole si cabe a su dramatización mayor realismo.
La obra narra la violación de Lucrecia, esposa del general Colatino, por parte del hijo del rey Tarquino. Tras cometer el delito Tarquino, huye y Lucrecia manda llamar a su esposo, y ante este y su amigo Bruto relata su violación y se suicida, no sin antes pedir venganza. Tras exponer públicamente en Roma el cadáver de Lucrecia, los Tarquinos, son expatriados para siempre. La venganza se ha cumplido.
La belleza e intensidad del texto de Shakespeare y la fuerza dramática de la magistral interpretación de Nuria Spert, nos dejan desgarrados y conmovidos.
A la actriz, la cuesta desprenderse de sus personajes, lo hace poco a poco mientras es arropada por los aplausos de un público totalmente entregado. Una noche memorable.
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