En 1940 Agustín de Foxá, gran escritor -hoy menospreciado por prejuicios ideológicos,- publicaba el drama poético en verso titulado "Cui-Ping-Sing" y que ahora reedita completo junto con otros trabajos de Foxá, la Fundación Banco de Santander.
Se trata de una hermosa historia de amor; un amor verdadero, amor con mayúsculas que ya existía antes que los amantes, seguirá existiendo a pesar de ellos, y existirá también, más allá de la muerte.
-¿En qué otro mundo de cerezas raras oí tu voz?
¿En qué planeta lento de bronces y de nieve, vi tus ojos
hace un millón de siglos?
¿Dónde estabas?
Fuiste agua hace mil años.
Yo era raíz de rosa, y me regabas.
-Sí, recuerdo tus ojos
una noche en el caos me miraron
cuando aún era la luna
húmeda y sonrosada.
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-Te cito en la otra vida,
en un jardín de vientos fabulosos.
-Yo he de acudir, humilde y sin diadema,
lágrimas en los ojos,
a pedirte perdón...
Todo el poema destila un lirismo transparente y cálido capaz de remover nuestros más íntimos anhelos.
Las otras son mujeres,
pero ella es el amor.
Las otras pasan, miran y besan;
son lagos azules
en cuya orilla se refleja el alma.
Pero ella es lago
que no refleja, ahoga.
¡Cómo no caer rendidos ante la belleza y emoción que encierran estas palabras!
Sería magnífico, que alguna compañía de teatro realizara un montaje de este apasionado drama desarrollado en la China Imperial.
Mientras tanto, seguiremos releyéndolo cada vez que la melancolía nos inunde; o cuando la vulgaridad y zafiedad que en ocasiones nos rodea, nos lleve a necesitar un soplo de aire fresco.
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