La semana pasada tuvimos la oportunidad de realizar una visita guiada a nuestro querido teatro "Bretón de los Herreros" y decimos querido, porque a lo largo de nuestra vida ha sido como un acogedor amigo que nos ha proporcionado grandes momentos de felicidad y disfrute, y aunque también haya habido otros no tan felices, de todos hemos aprendido algo.
Sobre su escenario hemos podido contemplar el trabajo de grandes figuras del teatro, tanto actores como directores; músicos; cantantes de ópera; incluso hemos podido ver sobre sus tablas, a un magnífico caballo andaluz bailando al compás de la famosa "El toreador" de la ópera Carmen; además de estupendas -y otras no tanto- películas en versión original difíciles de ver -por no decir que imposible- en el circuito comercial.
En esta visita, hemos conocido el origen de la famosa frase "hacer mutis por el foro"; qué es estar "entre bambalinas"; a qué se le llama "corbata"; cuándo un teatro está construido "a la italiana"; o a qué fila del patio de butacas se le llama "ojo de príncipe" y por qué... y por supuesto el ambigú, palabra que nos encanta, que parece tener música, y que actualmente se ha sustituido por otra bastante más prosaica como cafetería.
Ahora sabemos que sus orígenes fueron como teatro privado conocido como el "Principal" y que posteriormente con el devenir de los tiempos, pasó a ser de titularidad pública y a llamarse como la calle en la que está situado, nombre que pertenece a uno de nuestros autores "Manuel Bretón de los Herreros"
Animamos en fín, desde aquí, a cualquier aficionado al teatro, o no, a visitarlo y descubrir que la magia del teatro tiene dos direcciones, de fuera a dentro, y de dentro a fuera.
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