Como es evidente por la fecha de la última entrada, seguimos a vueltas con la falta de tiempo para hablar de las cosas que nos gustan; intentaremos ponerle remedio.
Dentro de la actual programación del Teatro Bretón, acabamos de disfrutar de un clásico que nos gusta mucho como es "El perro del hortelano" de Lope de Vega; puesto que el teatro clásico nos encanta, siempre nos parece una buena opción a la hora de elegir, si a esto añadimos que se trata de la "Compañía Nacional de Teatro Clásico", ya no nos queda ninguna duda. Seguro que acertamos. Y así ha sido.
Esta compañía formada por grandes intérpretes conocidos de los aficionados riojanos, -ya que han venido a Logroño en varias ocasiones- no suele defraudarnos, sin embargo en esta ocasión, se nos quedaron un poquito cortos. Les falta profundidad y fuerza; no consiguen transmitir los sentimientos que les embargan.
Los sonetos de amor de Lope, tan magníficos, casi pasan desapercibidos en boca de una actriz que cambia de vestido -todos ellos muy ricos y vistosos diseñados por Lorenzo Caprile, que nos parecen excesivos- y zapatos continuamente y que desvían la atención del público. Aunque se trata de una comedia, con momentos muy divertidos, nos parecen bastante histriónicos los personajes de los pretendientes y sus sirvientes. Se puede hacer de otra manera, lo hemos visto de otra manera y resulta mucho más convincente.
La puesta en escena muy sencilla, contrasta en exceso con la riqueza del mencionado vestuario; la música en directo y con instrumentos de la época, enriquece el espectáculo y nos deja casi satisfechos.
No obstante lo anterior desde luego mejorable , ha sido de nuevo un placer ver teatro clásico.
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